Aburrido aburrida de los mismos untables para tus encuentros sociales? O simplemente quieres un nuevo upgrade para tus comidas? Si ya has escuchado lo nutritivo que es el hígado, sea de vaca o pollo, sin embargo no te gusta su textura o sabor; esta receta de paté puede ser una buena opción para variar el formato de consumo de este tremendo superalimento.

PATÉ DE HÍGADO COMO UN ACOMPAÑAMIENTO UNTABLE 👇🏻

 

EL HÍGADO COMO SUPERALIMENTO

El hígado es una fuente rica en nutrientes esenciales como la vitamina A, el cobre, la vitamina B12 y el hierro. Sin embargo, es crucial tener en cuenta que estos nutrientes pueden acumularse en el cuerpo con el tiempo. Debido a que el hígado almacena principalmente vitaminas liposolubles, consumirlo en exceso podría llevar a una sobrecarga de estos elementos, lo que podría interferir con funciones vitales del organismo, como la producción de cetonas y bilis, esenciales para un metabolismo saludable.

Por ello, es fundamental mantener un consumo equilibrado. Aunque el hígado es un alimento altamente nutritivo, enfocarse exclusivamente en él puede resultar contraproducente. Es recomendable variar las fuentes de carne para asegurar una ingesta diversificada de nutrientes. Esto ayuda a prevenir problemas como la hipervitaminosis y promueve una salud general óptima.

En resumen, aunque los beneficios del hígado son muchos, es esencial considerar estos factores para decidir si es adecuado incluirlo en la dieta según las necesidades individuales.

 

NUTRIENTES EN EL HÍGADO

El hígado destaca por ser una de las fuentes más concentradas de vitamina A, la cual es crucial para mantener una visión saludable, fortalecer el sistema inmunológico y cuidar la piel. Aunque el hígado es una excelente fuente de este nutriente, consumirlo en exceso puede ser perjudicial, ya que la vitamina A en grandes cantidades puede ser tóxica. Por ello, es importante moderar su ingesta y consumir órganos de forma equilibrada.

Por otro lado, el hígado es una fuente sobresaliente de vitamina B12, indispensable para la producción de glóbulos rojos, el buen funcionamiento del sistema nervioso y la síntesis de ADN. Solo 100 gramos de hígado aportan un sorprendente 2471% del valor diario recomendado de vitamina B12. Sin embargo, otros alimentos de origen animal, como la carne de res y de otros rumiantes, también son ricos en esta vitamina, por lo que no es necesario depender exclusivamente del hígado para cubrir estas necesidades.

El hígado también contiene altas cantidades de cobre, un mineral fundamental para la salud cardiovascular, el desarrollo del cerebro y el fortalecimiento del sistema inmunológico. No obstante, dado que el hígado ofrece un contenido elevado de cobre —aproximadamente 1100% del valor diario recomendado por cada 100 gramos—, es importante equilibrar su consumo con alimentos ricos en zinc para mantener una proporción adecuada de minerales.

El hierro es otro componente clave del hígado, esencial para el transporte de oxígeno en el cuerpo y la producción de energía. Su alta concentración de hierro lo convierte en un buen alimento para quienes necesitan aumentar sus niveles de energía o prevenir la anemia. Aun así, es importante recordar que otras carnes, como la carne roja, también son ricas en hierro hemo, que es fácilmente absorbido por el cuerpo, por lo que el hígado no es la única fuente disponible para combatir la anemia o las deficiencias de hierro.

 

CUIDADO CON LOS ALTOS NIVELES DE VITAMINA A

El hígado es un alimento altamente nutritivo, pero su consumo en exceso puede generar problemas de salud debido a la acumulación de ciertos nutrientes, especialmente la vitamina A. Esta vitamina, en grandes cantidades, puede llevar a una condición conocida como hipervitaminosis A, que se caracteriza por síntomas como daños en el hígado, dolor óseo y dificultades en la visión. La vitamina A preformada que proviene de fuentes animales tiene un límite máximo de consumo relativamente bajo, y cantidades pequeñas de hígado pueden superarlo, en particular en los niños.

Otro aspecto a tener en cuenta es la alta concentración de cobre presente en el hígado. Aunque el cobre es esencial en cantidades moderadas, consumirlo en exceso puede ser perjudicial. El equilibrio entre cobre y zinc en el organismo es crucial para una buena salud, y consumir demasiado cobre puede romper esta armonía, generando posibles desbalances. Solo 100 gramos de hígado pueden proporcionar más del 1000% del valor diario recomendado de cobre, lo que puede ser problemático si se consume con frecuencia en grandes cantidades.

Además, un exceso de hígado en la dieta puede sobrecargar el propio hígado con nutrientes, lo que podría interferir en su funcionamiento normal. Esto puede afectar la producción de cetonas y bilis, que son claves para el metabolismo y la digestión. También se ha señalado que un consumo elevado de hígado podría afectar la función tiroidea, ya que el proceso de conversión de las hormonas T4 a T3 ocurre principalmente en este órgano.

Para personas con afecciones hepáticas previas, como el hígado graso no alcohólico, o aquellas que han tomado medicamentos a base de vitamina A, como el retinol o Accutane, es especialmente importante moderar el consumo de hígado. En estos casos, limitar o evitar su ingesta puede ser lo más adecuado para prevenir complicaciones.

 

CUÁL CONSUMIR? HÍGADO DE POLLO O DE VACA?

Ambos tienen un perfil nutricional muy similar, prácticamente idénticos. Ambos tienen sabor y textura similar. Cualquiera de los 2 será un gran aporte en tu alimentación y cualquiera de los 2 sirven para esta receta de PATÉ DE HÍGADO

 

RECETA PATÉ DE HÍGADO

• 500 g de hígado de res o pollo
• 1 cebolla mediana
• 3 dientes de ajo
• 1/4 taza de ghee o tallow
• 1/2 taza de caldo de huesos
• Sal y pimienta al gusto
• 1/2 cdta de tomillo
• 1 hoja de laurel

INSTRUCCIONES

1. En una sartén grande, derrite el ghee a fuego medio. Añade la cebolla y el ajo, y sofríe hasta que la cebolla esté translúcida (unos 5-7 minutos).
2. Agrega el hígado en trozos al sartén con las cebollas y el ajo. Cocina por 5-7 minutos hasta que el hígado esté bien cocido pero aún ligeramente rosado en el centro. Añade la hoja de laurel, el tomillo, sal y pimienta.
3. Añade el caldo de huesos a la sartén y cocina a fuego lento durante unos 3-5 minutos hasta que todo esté bien integrado y el líquido se haya reducido un poco.
4. Retira la hoja de laurel y coloca la mezcla en una licuadora o procesador de alimentos. Procesa hasta que la mezcla esté suave y cremosa. Prueba y ajusta la sal y pimienta al gusto.
5. Vierte el paté en un recipiente hermético. Deja enfriar completamente en el refrigerador antes de servir. Puedes mantener refrigerado por hasta 7 días. también puedes porcionar y congelar para futuras comidas.

 

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